domingo, 25 de octubre de 2009


Cuánto vacío hay en esta habitación
tanta pasión colgada en la pared
cuánta dulzura diluyéndose en el tiempo
tantos otoños contigo y sin ti
Millones de hojas
cayendo en tu cuerpo
otoños de llanto
goteando en tu piel

iluminada y eterna
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba
ibas volando dormida.
Un imposible silencio
enmudeciendo mi vida
con
una lágrima tuya
y una lágrima mía.
Iluminada y eterna...

Con una estrella fugaz
te confundí la otra noche
y te pedí tres deseos
mientras duraba tu luz
déjame llorar.
Cuántas caricias perdidas
en mi diván
cuánto reclamo a dios mismo que ya no estás
hago canciones de amor en tu memoria
y
en todas vuelvo como siempre a la misma historia.
Millones de hojas...

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